El yacimiento de petróleo que descubrió Brasil trajo nuevas perspectivas de exploración en la región. Los problemas de la Argentina en esa materia y el protagonismo del petróleo en el escenario actual
A pesar de que el panorama mundial con respecto al petróleo no es muy alentador, en la última semana todos los ojos volvieron a brillar con luz de esperanza cuando Brasil anunció el descubrimiento de un yacimiento de no menos de cinco millones de barriles de petróleo frente a las costas de San Pablo. Ahora parecería que apostar a la exploración es el camino y, en ese sentido, Argentina vierte sus esperanzas en el trabajo que desde hace un año Petrobras (la petrolera brasileña), Enarsa e YPF vienen haciendo frente a las costas de Mar del Plata. Este trabajo se está realizando a través de los denominados “contratos de participación” y Argentina tiene este tipo de acuerdos con Petrobras y con Pdvsa (la petrolera venezolana). De cualquier modo, es muy prematuro tener expectativas en el corto plazo. Carlos Alberto Pereira de Oliveira, director de Exploración y Producción de Petrobras Argentina, dijo que “todavía deberán pasar entre 4 y 5 años para tener alguna conclusión”. Pereira aclaró que en el país hay menos información que en las áreas off shore de Brasil, que ya contaban con esa información al comenzar las tareas de exploración, en 2001. “Nosotros estamos en la etapa previa: un avión recorre la zona, captando información geológica de la plataforma, y luego lo hará un barco, y luego otro, que se van aproximando a la zona probable cada vez con más detalle. Luego, con toda esa información se construye un esquema tridimensional. Recién entonces, tras haber desembolsado decenas de millones de dólares, se decide dónde perforar algo”, describió. En diálogo con Hoy, Gustavo Calleja, integrante del Grupo Moreno, dijo que “mediante estos acuerdos la multinacional (en este caso Petrobras) realiza la exploración. Si le va mal Enargas no pierde nada y quien se ve perjudicada será la multinacional. Pero si le va bien la petrolera nacional se queda con sólo el 11%”. Calleja fue muy crítico, dijo que el gran negocio es de las multinacionales. En otros países es “el privado el que corre con el riesgo minero: si pierde, pierde, y si encuentra, el Estado se asocia en 50%. En Argentina se dejó que los privados manejaran todo sin control del Estado”. El especialista explicó que detrás del éxito brasileño hay una política coherente que considera a los hidrocarburos como un bien estratégico. “Además es una política de Estado -dijo-, que aplican desde 1945, en todos los gobiernos sin excepción”. Según el integrante de Moreno, “a diferencia de Argentina, Brasil siempre buscó el autoabastecimiento. Ellos exploraron el mar y hoy son la primera empresa del mundo, la más especializada, en off shore”. Clave para el nuevo gobierno Es que la variable energética será uno de los principales desafíos que enfrentará el gobierno de Cristina Fernández cuando asuma como presidenta de los argentinos el próximo 10 de diciembre. El perfil productivo que la Presidenta electa quiere para el país será inviable sin una política energética a mediano plazo. En este sentido, el viceministro de Economía, Oscar Tangelson, dijo a Hoy que “existe un cambio muy importante en la organización, el proceso y el paradigma de producción en el ámbito mundial. A lo largo del siglo XX, la industria pesada fue la característica fundamental del desarrollo económico”. Para Tangelson, eso fue posible porque el petróleo costaba poco más de tres dólares el barril, durante 120 años costó eso. Lo que ocurre es que en año 76 el petróleo costaba 36 dólares y ahora está en 90. “Esto hace inviable el modelo científico tecnológico en que se ha basado la producción del siglo pasado. Hoy estamos asistiendo a una profunda trasformación del paradigma que implica la irrupción de la microelectrónica y la robótica que está cambiando la forma de producir en el mundo”, dijo el economista. En un tono más crítico, Víctor Ego Ducrot, especialista en economía y política internacional dijo: “El escenario petrolero actual argentino es muy parecido al de los años de neoliberalismo, durante la década de los ‘90. El gobierno prorrogó concesiones petroleras poniendo al país a una nueva dependencia energética”. Ducrot se refiere al proyecto de ley de Incentivo Fiscal a la Exploración Petrolera, que el Senado argentino sancionó en diciembre del año pasado. Mediante ese proyecto se les entregó a las provincias hidrocarburíferas la potestad de otorgar todas las concesiones, eliminado el poder vigente del Estado nacional para efectuar (y controlar) esas concesiones. “La situación se agrava si contemplamos el escenario global, en el que las corporaciones petroleras, de la agroindustria y las financieras se asocian para darle diseño final a la matriz energética hegemónica del siglo XXI. En ese sentido, hay que tener en cuenta que el proyecto agrocombustibles, entre otros males que acarrea, aumenta los lazos de dependencia de los países periféricos”, agregó Ducrot. Consultado respecto del rol que cumple la empresa estatal Enarsa, Ducrot manifestó: “En principio nos obliga a un gran interrogante. ¿Estamos ante un hecho constatable o ante una falacia de la virtualidad? Porque Enarsa es hoy sólo un sello, sin los mínimos activos indispensables para que una petrolera actúe en serio en el terreno de la exploración, y menos en en un proyecto de semejante envergadura, como la exploración que Petrobras lleva adelante frente a las costas de Mar del Plata”.
http://www.diariohoy.net/notas/verNoticia.phtml/html/268545798/0000/Hidrocarburos:-el-camino-para-un-pa%EDs-productivo/
miércoles, 14 de noviembre de 2007
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