martes, 10 de junio de 2008

Explotación estatal de los hidrocarburos en la Provincia de Neuquén

Por el Foro Ciudadano por la Democracia de Neuquén

Rebanadas de Realidad - FCDN, Neuquén, 03/06/08.-
1 - Introducción
Los recursos naturales hidrocarburíferos están desde siempre en la mira de las grandes potencias, tanto por su importancia estratégica como económica. Por su posesión y control se amenazaron a gobiernos nacionalistas, como fue el caso, en 1938, de Estados Unidos contra Lázaro Cárdenas (México), quien respondió con la nacionalización petrolera. Se han promovido asesinatos de dirigentes como el del italiano Enrico Mattei en 1960; y se han librado guerras e invadido países (Kuwait, Afganistán y últimamente Irak, son los palmarios ejemplos). También entendemos dentro de esta consideración los actuales intentos de secesión y/o desestabilización de Bolivia
La República Argentina no escapa a esta situación. En golpes de Estado (1930 contra Yrigoyen, 1955 contra Perón) los intereses petroleros fueron promotores o sacaron ventajas. Paso a paso entre dictaduras y democracias venales ha quedado y sigue quedando en manos del capital trasnacional la riqueza de nuestro suelo y subsuelo, con la necesaria complicidad de los gobernantes de turno, que como demostraremos faltan gravemente a sus deberes como funcionarios públicos.
Al ritmo del saqueo que se está produciendo nuestros hijos y nietos no tendrán gas ni petróleo para poder desarrollarse y tal vez nosotros tampoco. Un país que no controla sus recursos naturales pierde la soberanía económica y política para poder asegurar un desarrollo sustentable. Como decía el Gral. Mosconi, "resulta inexplicable la existencia de ciudadanos que quieren enajenar nuestros depósitos de petróleo acordando concesiones de exploración y explotación al capital extranjero, para favorecer a éste con las crecidas ganancias que de tal actividad se obtiene, en lugar de reservar en absoluto tales beneficios para acrecentar el bienestar moral y material del pueblo argentino. Porque entregar nuestro petróleo es como entregar nuestra bandera".
Recuperar el control y posesión de nuestros hidrocarburos es indispensable para el bienestar de las generaciones argentinas presentes y futuras, así como también para los demás hermanos de la región latinoamericana. Este documento se encuadra en ese objetivo, comenzando por poner en evidencia que Neuquén cuenta con una VENTAJA DIFERENCIAL, dado que es la ÚNICA PROVINCIA que cuenta con una CONSTITUCIÓN que prohíbe la explotación de los recursos por manos ajenas al Estado.
Los miembros del Foro Ciudadano por la Democracia de Neuquén estamos convencidos que lograr en Neuquén la supremacía del Estado de Derecho por sobre los intereses de las empresas y sus "gobernantes-gerentes", sería el primer y más fuerte eslabón en la cadena que debemos forjar para alcanzar en el otro extremo la recuperación de nuestros recursos naturales aplicados a una política nacional de soberanía económica y social, en sintonía con los demás pueblos de la región.
Sentimos que, una vez más, los neuquinos tenemos una oportunidad que a su vez conlleva la responsabilidad de desarrollarla y agotarla en plenitud, para el bien del conjunto de la Nación.
Tenemos el derecho constitucional a que la política hidrocarburífera en Neuquén sea como la que queremos para toda la Nación. Es hora de hacer realidad lo que debe ser. Argentinos: ¡a las cosas!
2 - El modelo de explotación hidrocarburífera de la Constitución Provincial de Neuquén
En el régimen republicano democrático las autoridades de gobierno provinciales tienen por obligación primera cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional así como la de sus respectivas provincias. Tan importante es este compromiso que habitualmente juran sobre los textos su fidelidad con el mismo, aceptando ser "demandados" por "la Patria y por Dios si así no lo hicieren".
Pero algunas mandas constitucionales son difíciles e incómodas de cumplir para los poderes de turno y en este sentido Neuquén no es la excepción. Se trata en este caso de una Constitución de concepción moderna, que siendo de concepción liberal guarda un cuidadoso equilibrio con las demandas y necesidades sociales. Así, por ejemplo establece que la economía estará subordinada a los derechos del hombre (Art. 74).
El diseño que los padres fundadores de la provincia plasmaron en su carta magna es el de un "manual de gobierno", organizado en títulos claros y de importancia sustantiva para la sociedad naciente y las venideras. Así podemos considerar que la Constitución neuquina presenta "modelos para armar" la provincia en cuanto a derechos y garantías, educación, salud y desarrollo humano, forma de gobierno, y economía. Precisamente es en el modelo económico donde se registran los principales apartamientos (violaciones) al contrato social neuquino por parte de sus gobiernos, no por casualidad a favor de las empresas petroleras y latifundistas.
Nacida en 1954 la provincia ha estado gobernada hasta el presente por el partido del Movimiento Popular Neuquino (MPN), dictaduras mediante, resabio de caudillaje familiar capturado luego por adscriptos al modelo neoliberal (Sobisch - Sa). Esta es la fuerza política que viene privando no sólo a los ciudadanos neuquinos sino a los hermanos argentinos de la posibilidad de explotación soberana de nuestros recursos naturales, especialmente a posteriori de la enajenación de YPF de la cual fue cómplice, como a continuación se demuestra.
La Constitución de la Provincia de Neuquén establece en el Capítulo II de su TÍTULO II: AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES lo siguiente:
Dominio y jurisdicción (Artículo 95): El espacio aéreo, los yacimientos mineros y todo lo contenido en el subsuelo del territorio de la Provincia del Neuquén, pertenecen a su jurisdicción y dominio. Las fuentes energéticas son de propiedad provincial exclusiva y no podrán ser enajenadas ni concedidas en explotación a personas, entidades o empresas que no sean organismos fiscales competentes, nacionales, provinciales, municipales y/o consorcios de tipo cooperativo regidos por el Estado.
Concesiones hidrocarburíferas y de minerales nucleares (Artículo 96): No podrá otorgarse ninguna clase de concesión para la explotación, industrialización y comercialización de hidrocarburos sólidos, líquidos y gaseosos y minerales nucleares, salvo a una entidad autárquica nacional, que no podrá ceder ni transferir el total o parte de su contrato, y si así lo hiciere quedaría de hecho anulado el mismo y todas sus instalaciones y derechos en el ámbito provincial pasarían a ésta.
Convenio con entidad autárquica nacional (Artículo 97): La cesión de los yacimientos por la Provincia, al ente autárquico mencionado en los artículos 95 y 96, no será a título gratuito, asegurando a la Provincia una participación equitativa en su producido y en su gobierno mediante convenio que será aprobado por los dos tercios (2/3) de votos del total de los miembros de la Legislatura.
Destino de las utilidades (Artículo 99): Las utilidades provenientes de la explotación del petróleo, gas, carbón, energía hidroeléctrica y distintos minerales, deberán emplearse en la realización de obras productivas que constituyan beneficio permanente para la Provincia del Neuquén, que favorezcan especialmente a la región donde se encuentre ubicada la respectiva industria extractiva, u otras zonas con posibilidades especiales.
Caducidad de contratos (Artículo 100): Los contratos actualmente en vigencia de explotación de petróleo y gas por compañías extranjeras en el ámbito provincial, caducarán indefectiblemente a su término.
Estas mandas constitucionales que datan de 1957 se apoyan sobre un profundo debate parlamentario, en el cual quedó claramente expuesta la necesidad y voluntad de preservar y explotar racionalmente estos recursos estratégicos. Es muy importante tener en consideración que una Convención Constituyente convocada de manera innecesaria, ilegítima e impopular por el gobierno de Jorge Sobisch en el año 2006, puso en debate estos artículos que lograron ser RATIFICADOS por mano de los Convencionales que respondieron a la voluntad del Pueblo, en contra de las aspiraciones del oficialismo. El Gobierno actual y los que lo sucedan están entonces aun más obligados a producir acciones positivas en tal dirección.
3 - La nacionalización del Petróleo, Gas y Minerales estratégicos
3.1 - El "para qué" de la nacionalización
Antes de proseguir conviene reflexionar sobre la pregunta que recurrentemente nos hacen cuando solicitamos el acompañamiento con la firma de los ciudadanos, sobre todo los más jóvenes, por la nacionalización: ¿El fin que perseguimos es la nacionalización, o es otro? Y es que, a veces, la simplificación o abreviatura del discurso nos hace caer en la trampa de confundir al otro haciendo pensar que la medida es el objetivo. Por eso decimos que LA NACIONALIZACIÓN NO ES UN FIN, ES UN MEDIO. ¿Un medio para qué?
Para que la explotación de nuestros hidrocarburos sea aplicada a disponer el aseguramiento actual de nuestra matriz energética (autoabastecimiento) y para financiar con el producido de su comercialización el desarrollo industrial, el bienestar general y la sustitución gradual de los hidrocarburos por otras fuentes renovables de energía (soberanía energética y económica).
Para recuperar el tiempo perdido por la interrupción del modelo de desarrollo adoptado en nuestro país desde 1907, que durante más de 80 años establecía que los combustibles eran un servicio público y un bien social, recreando empresas sociales construidas desde la inversión y el ahorro nacional, como YPF y Gas del Estado, que donde llegaban hacían caminos y ciudades, hospitales y escuelas, y los gasoductos se trazaban para llevar combustible barato a productores y usuarios.
Para recuperar esos beneficios y una renta estimada en más de 15.000 millones de dólares anuales para las arcas federales, que se perdieron con la antipatriótica privatización impulsada por Menem, y aprobada por Senadores, Diputados y Gobernadores a comienzos de los '90. Privatización que, agravada además por extranjerizante, a pesar de haber sido repudiada por la inmensa mayoría del pueblo fue mantenida hasta hoy por todos los gobiernos.
3.2 - Un camino posible hacia los objetivos de la nacionalización
En principio pareciera que el obstáculo más importante de salvar para retrotraernos a la nacionalización de los hidrocarburos y demás recursos estratégicos es que hay que emprender una nueva reforma de la Constitución. Y no es un escollo menor, porque: ¿aceptarían las provincias "devolver" sin protesto la propiedad y dominio de sus recursos, decisión que podría parecer como "antifederal y antifolclórica? Sin duda mucho agua bajo el puente deberá correr antes que eso suceda. Además el Art. 124 de la C.N. apareció en la reforma de 1994 no sólo por interés de las petroleras, las mineras y demás, sino también por petición y/o con el apoyo de las provincias.
Entonces: ¿Es posible salvar el escollo de este Art. 124 que desde 1994 otorga a las provincias "el dominio originario" de los recursos del subsuelo en su territorio, y de su reciente y consecuente Ley 26.197?.¿Será posible recuperar el manejo de los recursos hidrocarburíferos y otros estratégicos para la soberanía económica y social bajo el dominio de una política Federal, orientada al bien general de la Nación? Estamos convencidos que es posible.
Lo estamos porque, sin agotar el tema en toda su profundidad y sólo a modo de primer abordaje jurídico, la Constitución también otorga al Congreso de la Nación la potestad de proveer lo conducente a la prosperidad del país y al desarrollo humano (Art. 75 incisos 18 y 19).
Porque la misma Ley 26.197 reserva para el poder Ejecutivo Nacional la responsabilidad de diseñar la política energética a nivel federal. Porque aun está en vigencia el Artículo 3° de la Ley 17.319, que dice "El Poder Ejecutivo Nacional fijará la política nacional con respecto a las actividades mencionadas en el artículo 2° [Las actividades relativas a la exploración, explotación, industrialización, transporte y comercialización de los hidrocarburos], teniendo como objetivo principal satisfacer las necesidades de hidrocarburos del país con el producido de sus yacimientos, manteniendo reservas que aseguren esa finalidad".
Y también porque "En todo el territorio de la Nación no habrá más aduanas que las nacionales, en las cuales regirán las tarifas que sancione el Congreso" (Artículo 9°- C.N.), lo que le permite al Gobierno Federal orientar, promover o desalentar los tipos de exportaciones, como sucede actualmente con las retenciones a los mismos productos hidrocarburíferos y agropecuarios.
No escapa al sentido común republicano que si bien la Constitución Nacional reconoce a las Provincias la propiedad de los recursos de sus subsuelos, esto no conlleva necesariamente, ni alienta ni permite una explotación "autista" respecto de una necesaria política y estrategia nacional para con la actividad. En efecto tener la propiedad es una cosa, y tener la potestad de comerciar libremente, el manejo de la política impositiva, de la aduana y de los medios de transporte (ductos, vías de comunicación federal) es otra. El gobierno federal tiene suficientes recursos para inducir a las provincias productoras, como podría ser Neuquén, a incluirse y aportar en una política hidrocarburífera estratégica de interés y beneficio nacional.
Por otra parte: ¿sabrán las autoridades provinciales sacarle el mejor provecho a sus recursos? ¿Están realmente interesadas en someterse a las presiones propias de un terreno que desde hacía cien años estaba en manos de la Nación? ¿Podrían las provincias resistirse a una propuesta superadora, que con una mayor inclusión en las decisiones que en el pasado y respeto a su interés en la propiedad de sus recursos las alivie de esas presiones y las ponga en sintonía con los mayores intereses de la nación? Y si sus autoridades no lo quisieran, por cooptación de la empresas petroleras, ¿cuánto tiempo podrían resistirse a las presiones del pueblo y sus organizaciones?
Entonces sería posible convenir con las provincias, dejando en un paraguas sus actuales derechos a dominio y jurisdicción, una explotación armónica de los hidrocarburos y minerales estratégicos, bajo una ley nacional de hidrocarburos remozada, y hasta eventualmente instrumentada su aplicación mediante un consejo federal que armonice los diferentes intereses.
Esta ley nacional debería garantizar como mínimo algunas premisas:
1 - la plena vigencia del artículo 3º de la Ley 17.319, respecto del objeto de la actividad
2 - una aplicación de la Ley regida por un organismo de conformación federal, a menos que las Provincias aceptaren delegarla totalmente en el P.E. Nacional, cosa improbable.
3 - establecer un reconocimiento diferencial razonable para con las provincias productoras, de modo que no sientan perder una ventaja diferencial que ahora supuestamente podrían tener.
4 - creación de una empresa federal (o revisión de ENARSA), que opere articulando con las empresas estatales provinciales existentes o a crear, y declarando la intención de articular las operaciones con las empresas existentes de servicios de capital nacional. Esto las podría convertir en aliadas a la causa, en lugar de resistirse por sentirse amenazadas. Hablamos aquí de recrear la red de pequeñas empresas y talleres que otrora trabajaban para -y con- YPF.
Sólo proponemos aquí algunas ideas preliminares sobre la tal ley, seguramente factibles de mejorar y completar. Es obvio que para lograr la sanción de ésta u otra similar, así como su correcta aplicación libre de vicios, nada nos relevará de seguir trabajando fuertemente por la conciencia y la unidad de la ciudadanía argentina, en todos sus ámbitos. Pero suponemos que con una ley nacional como meta, más factible que una reforma constitucional, podríamos multiplicar las voluntades y las voces.
4 - El modelo económico de la Constitución provincial neuquina ofrece una oportunidad para iniciar el camino de la nacionalización del Gas y el Petróleo
Siguiendo con el desarrollo de la idea que nos ocupa, si convenimos que tenemos en claro lo que queremos y que se podría lograr por la vía de una "Ley de Nacionalización de la actividad hidrocarburífera", debemos considerar factibilidad y oportunidad. En este marco la manda constitucional neuquina, que no pudo ser modificada por los sirvientes al neoliberalismo vernáculo, resulta el "caballo de Troya" de esta gesta.
Está claro que desde su sanción en 1957 la Constitución de Neuquén define de manera taxativa que los recursos energéticos no se pueden privatizar ni concesionar a empresas privadas, como lo vienen haciendo los sucesivos gobiernos nacionales y Provinciales.
De haberse respetado y haberse hecho cumplir lo normado en sus Arts. 95, 96 y 97, YPF no se podría haber privatizado o bien los yacimientos e instalaciones de la privatizada YPF estarían en manos neuquinas, siendo explotados por los neuquinos para beneficio de la nación Argentina. Se hubiera generado una economía sustentable, y enfrentaríamos preparados la inevitable y ya incipiente declinación de los yacimientos provinciales.
En efecto, en Neuquén no se requiere una revolución para la estatización del gas y del petróleo. SÓLO se REQUIERE HACER CUMPLIR LA CONSTITUCIÓN y la LEY. Los gobiernos de Neuquén han venido siendo SUBVERSIVOS DEL ORDEN CONSTITUCIONAL, a favor de las empresas petroleras y los intereses vernáculos vinculados a ellas. Lograr esta meta bien podría ser EL PRIMER PASO CONCRETO PARA LA NACIONALIZACIÓN de los recursos, ya que no se puede implementar una verdadera política nacional en la materia sin disponer en forma previa su estatización, explotación, comercialización y exploración.
En vez de explotarlo en manos propias para lograr el beneficio integral, los sucesivos gobiernos provinciales han aceptado las migajas conocidas como "regalías", propina que otorgan las empresas para llevarse toda la riqueza a sus países de origen, colonizadores de la Argentina desde siempre. La relación entre lo que facturan las petroleras y lo que queda para la provincia es de 10 a 1, por lo que es claro que conviene ser el dueño del negocio. Sin embargo en el año 2002, bajo el gobierno de Sobisch, la empresa provincial Hidrocarburos del Neuquén Sociedad Anónima (HideNESA) vendió su participación accionaria del 8% en las áreas Aguada Chivato, Aguada Bocarey y Dos Picos, en sociedad con Gas Medanito.
Algunos funcionarios actuales y del pasado intentan escapar a su responsabilidad por omisión de los deberes de Gobierno y su poco apego a lo normado en la carta magna provincial, diciendo que HIDENESA no está en condiciones de realizar la explotación de un yacimiento. Esto es intencionalmente falso, ya que podría optar por un menú de alternativas que lo harían posible, a saber:
a- contratar inicialmente la explotación a una de las actuales compañías concesionarias, manteniendo el dominio del negocio y la comercialización del producido y desarrollando paulatinamente capacidad de explotación propia.
b- Contratar o asociarse en mayoría con la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI) y demás empresas de servicios petroleros locales, que operan para las actuales concesionarias.
c- Explotar en sociedad con la flamante ENARSA (en caso de poder poner ésta al servicio de los intereses del Pueblo), y también contratar si se requiere sólo la explotación.
d- Concesionar a ENARSA toda la explotación, como en el pasado a YPF.
e- Eventualmente, descartadas las demás opciones, asociarse con no menos del 51% con empresas privadas, capitalizando su parte con el propio yacimiento, con una erogación nula o mínima.
Pero está visto que sin la presión de los ciudadanos y sus organizaciones esto no sucederá con gobiernos del signo del actual, cuyo modelo económico de generación de riquezas- o de nuevos ricos- según algunas fuentes se basa no sólo en el cobro de regalías petroleras sino también en el "otras regalías" que se aplican a todo dinero que ande cambiando de manos bajo control del gobierno.
5 - Acciones posibles a partir de la realidad jurídica de Neuquén
Según el total producido durante 2007 Neuquén es el segundo productor nacional de petróleo, superado apenas sólo por Chubut. Además es el primer productor de gas natural, cuadruplicando a Salta, quien la secunda. De modo que es "una perla preciada" apetecible en el marco de las renovaciones de contratos o realización de nuevos.
Si por imperio de la legislación local Neuquén realizara la explotación de sus recursos por compañías estatales (propia, nacional o en forma compartida) las petroleras privadas perderían "la cereza del postre argentino". Nótese que esta "estatización" pone en singular encrucijada al gobierno provincial y sus intereses aliados. Cuando generalmente las políticas populares deben enfrentar un ordenamiento legal opuesto a sus necesidades y planes, resabios de las dictaduras o de los gobiernos democráticos venales, EN NEUQUÉN LA NORMA ESTÁ CONTRA LOS INTERESES DE LOS PODEROSOS. Los miembros y adherentes de esta organización estamos convencidos que así, paradójicamente, LA LEGALIDAD NEUQUINA PARA LA POSESIÓN Y EXPLOTACIÓN ESTATAL CUENTA A FAVOR DE LA CAUSA DE LA NACIONALIZACIÓN HIDROCARBURÍFERA.
Se ha visto que el gobierno de Neuquén se jacta de "cumplir la constitución y las leyes" justificando la represión para ello, como la que le costó la vida a Teresa Rodríguez y más recientemente a Carlos Fuentealba. ¿Cómo podría sostener su legitimidad frente a una campaña pública que demuestre su permanente violación en aspectos que resultan en el beneficio de empresas extranjeras y detrimento de la economía de sus representados?
Cabe aquí destacar que la Constitución local advierte en su Art.10º: "En ningún caso podrá el Gobierno de la Provincia suspender la observancia de esta Constitución, ni la de la Nación, ni la vigencia efectiva de las garantías y derechos establecidos en ambas".
¿Cómo reaccionarían las empresas concesionarias y sus accionistas si se pone en la agenda pública de discusión que la mentada SEGURIDAD JURÍDICA es un mito y que en realidad ellas carecen de todo derecho a realizar sus explotaciones, con riesgo cierto de perder sus inversiones ante una correlación de fuerzas adversa en el gobierno?
Para reivindicar y hacer cumplir el derecho del pueblo neuquino, y a través suyo del resto de los argentinos, a la explotación estatal de los hidrocarburos provinciales se puede comenzar por:
- pronunciarse las organizaciones sociales y partidarias no oficialistas ante la opinión pública en cuanto a la inconstitucionalidad de la actual forma de explotación de los hidrocarburos en Neuquén, exigiendo que el Gobierno se ajuste a lo establecido en la Constitución provincial.
- accionar por la inconstitucionalidad de la ley provincial 2.453 (artículos 2, 118 y concordantes) y el decreto 224/06 (artículos 6 y 7), que habilitan la concesión y/o asociación con empresas privadas, lo cual está vedado por nuestra carta magna, salvo para "consorcios de tipo cooperativo regidos por el Estado", lo que no se aclara.
- campañas públicas de difusión en la provincia de Neuquén, tendientes promover la sustanciación de juicios políticos y/o revocatorias de mandato de los funcionarios que violan la Constitución por no implementar su modelo de explotación estatal.
- campañas públicas de difusión de alcance nacional, a través de las redes de organizaciones directa o indirectamente vinculadas con la materia: MoRENO; FeTERA; CTA; ATE; etc.
- mantener activo el tema en la agenda pública local y nacional, presentándolo en encuentros, congresos, foros y medios de difusión al alcance, en lo posible en la palabra y exposición de referentes reconocidos y populares.
- propiciar que los ciudadanos se expidan en forma pública y permanente a favor de la causa, manifestándose en los medios radiales y televisivos.
- peticionar por consultas populares, con efecto concientizador de la ciudadanía, a la vez que interpelador para el gobierno.
Estas son sólo algunas tácticas. La inteligencia colectiva seguramente perfeccionará o superará estas propuestas. Y RESULTA IMPRESCINDIBLE LA NACIONALIZACIÓN DE ESTA CAUSA, CON APORTES MILITANTES DE TODAS LAS ORGANIZACIONES HACIENDO FOCO EN NEUQUÉN.
6 - Resumen
De lo sucintamente expuesto sobre la explotación de los hidrocarburos de Neuquén podemos concluir que:
- La Constitución de la provincia de Neuquén establece que la explotación de los recursos hidrocarburíferos provinciales sólo puede efectuarse por empresas estatales municipales, provinciales o nacionales, o consorcios cooperativos con mayoría estatal. EXCLUYE LA CONCESIÓN A EMPRESAS PRIVADAS.
- De haberse respetado la letra de la Constitución provincial los yacimientos y activos de la ex YPF deberían haber quedado en posesión del Estado de Neuquén. Por el contrario el gobierno de ese entonces, encabezado por Jorge Sobisch, faltó a sus deberes de funcionario y fue cómplice por acción y omisión. Porque mandó a votar por la privatización y no reclamó la propiedad de instalaciones y yacimientos para Neuquén.
- Por la vigencia del Artículo 100 todos los contratos actualmente en vigencia de explotación de petróleo y gas por compañías extranjeras en el ámbito provincial, caducarán indefectiblemente a su término, permitiendo ir tomando control sobre su explotación sin tener que litigar ni indemnizar. Por ende: NO SE PUEDEN EXTENDER
- La Convención Constituyente provincial del año 2006, puso en debate estos artículos para cambiarlos o derogarlos, pero resultaron RATIFICADOS gracias a los Convencionales que respondieron a la voluntad del Pueblo. El Gobierno actual y los que lo sucedan están más obligados que antes a cumplirlos y hacerlos cumplir, comenzando por aplicarlos a las áreas que la Nación va restituyendo a la Provincia.
- Existe una empresa provincial de hidrocarburos HideneSA que podría potenciarse y/o asociarse con ENSI y ENARSA u otras en mayoría para explotar el petróleo y gas estatal.
- COMENZAR A RECUPERAR de las garras privadas el petróleo y gas de Neuquén, explotando sus hidrocarburos en concurso con el Estado Nacional o por mano del Estado local puede ser el disparador de un proceso de re-nacionalización del gas y petróleo, porque se lograrían conocer los números reales de la explotación, se profundizaría la exploración, y se podría demostrar la ventaja económica y ambiental de la explotación estatal. Para eso basta con HACER CUMPLIR LA CONSTITUCIÓN y la LEY de Neuquén.
De acordar con las CONCLUSIONES y ESTRATEGIA objeto de este documento debemos forjar la unidad de criterios y organización para llevarlos adelante, CON LA MAYOR PREMURA. El Foro Ciudadano por la Democracia de Neuquén está dispuesto a ser de la partida.


http://www.rebanadasderealidad.com.ar/coria-08-004.htm

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